MANOLO GARCIA

Sin duda ayer fue uno de los días más esperados por muchos de los fans que seguimos a
Manolo desde hace mucho tiempo. A primera hora de la mañana ya leía en ADN que estaban agotadas las entradas desde hace algunos días y que el Auditori Gran del Forum de Barcelona se iba a llenar con unas 18.000 personas. Y no me extraña ya que hacía unos cuatro años desde que no podíamos disfrutar de su música en directo. A las 22:30 y junto a la brisita del mar, empezaba un pedazo de concierto que no nos defraudó a ninguno de los allí presentes.
Nos deleitó con canciones de su nuevo disco claro está, pero los momentos fuertes del concierto vinieron cuando tocaron temas como Pájaros de Barro, Rosa de Alejandría o Insurrección. Entonces, todos los que estábamos allí saltábamos y gritábamos al son de las canciones. Tuvimos suerte porque conseguimos un huequecito en el lado derecho del escenario y en más de una ocasión Manolo se acercó a unos tres o cuatro metros de donde estábamos nosotros.
Hay que reconocer que a sus 53 años, tiene una vitalidad que transmite como siempre y seguro que muchos como yo, volvimos a aquellos 20 añitos recordando momentos que vivimos escuchando a Manolillo…. Fueron unas dos horas y media de disfrute a tope.

Pero una cosa he de reconocer, y es que la manera de disfrutar más de él es en conciertos reducidos donde la conexión entre el artista y sus fans es espectacular. Recuerdo un concierto en el Palau de la Música en el 1999 con la gira de Arena en los bolsillos. Conseguimos las entradas por un amigo que trabajaba en Caixa Catalunya y nos consiguió un par de ellas. Salieron a la venta a las 12 de la noche y a la 1 de la mañana estaban agotadas. Éstas las consiguió porque a la mañana siguiente las devolvieron en la oficina. No recuerdo un concierto de él como aquél.

Muchos de aquellos jovencitos que escuchaban su música hoy en día son padres que ponen a sus hijos música de los Burros, el Último de la Fila o Manolo García. Así teníamos ayer a la hija de unos amigos de 5 añitos que le decía a su madre que por qué ella no podía ir al concierto.

Y es que Manolo tiene algo especial que engancha.