sábado, 26 de julio de 2008


"RIADS"

Los riads o ryads en Marrakech son el alojamiento tradicional de los antiguos marrakchís, son unas grandes casas situadas en su mayoría en la medina.


















Como se puede apreciar, muchos de los propietarios aprovechan el patio interior para hacer piscinas con encanto para ayudar a rebajar las altas temperaturas que durante el día se alcanzan en tierras marroquís.














También podemos encontrar dulces rincones decorados con un gusto exquisito que no hacen más que ensalzar la belleza de estos pequeños palacetes.
























































Las habitaciones de un riyad suelen tener unas grandes ventanas hechas de forja o de madera tallada que dejan entrar los rayos de luz para iluminar de esta manera las estancias de descanso de muchos de los viajeros que no quieren perderse el encanto de esta ciudad.

Los riads de Marrakech han sido comprados y restaurados en los años 90 por los europeos después de vivir unos años de abandono, actualmente abren sus puerta día tras día para recibirle y ofrecerle todo el lujo y la magia de Marrakech.

En la planta baja suele haber un gran salón marroquí donde recibir los invitados.


























Marrakech es especial. Sus olores, su gente, sus tiendas, el zoco, la plaza Jamaa el Fna, la Kutubia... un sinfín de motivos por el que escaparse 3 o cuatro días y vivir una experiencia única.

"OLVÍDATE DE MI"


Todos tenemos algún recuedo que nos gustaría perder, pero la realidad es que perderlos –antes de morir– es trágico.
Seguro que te ha pasado más de una vez que estando tranquilamente, un canción, un olor, un gesto e incluso algo indefinible dispara un mecanismo en nuestro cerebro y recordamos. La memoria es caprichosa e incontrolable. De repente, vuelves a vivir una situación compartida con una persona en la que todo parecía perfecto y la felicidad había alcanzado su límite o por el contrario vuelves a un recuerdo doloroso, que creías archivado en algún baúl perdido. La mayoría de veces la memoria no engaña y parece aumentar o reducir la intensidad emocional del un recuerdo adaptándolo a nuestro punto de vista. Y a veces es estupendo, claro, pero otras, desearías borrar de tu cerebro todo aquello que te hizo sufrir tanto. En cierto modo, los humanos somos memoria. Y no te puedes fiar siempre de ella.




Y de eso trata esta maravillosa película "OLVÍDATE DE MI"(cuyo título original, algo así como 'El eterno brillo de una mente inmaculada', está sacado de un verso del poeta del siglo XVII Alexander Pope). Un guión de Charlie Kaufman que le hizo ganador de un Oscar, dirigido por Michel Gondry que parte de una hipótesis tan original como sencilla: la posibilidad de borrar a voluntad todo rastro de una persona con la que hemos mantenido una relación afectiva y seguir con nuestra vida sin el más mínimo recuerdo de ella.



Haz memoria y dime, has sido alguna vez Clementine o Joel?

domingo, 13 de julio de 2008

El reloj de cucú

El reloj cucú o reloj de cuco es un tipo de reloj provisto, generalmente, de péndulo y gong que se caracteriza por tener una abertura por la cual, cada media hora, sale un pájaro autómata que emite un canto cuyos sonidos se asemejan a la onomatopeya «cucú». El mecanismo para producir dicho sonido fue instalado en la mayoría de los relojes de cuco en el siglo XVIII y ha permanecido hasta el presente casi sin modificaciones.


En Alemania y Suiza se fabrican los tradicionales relojes cucú. La mayoría de las empresas artesanales están situadas en la Selva Negra. En Suiza actualmente solo hay un fabricante, si bien el reloj de cuco no fue inventado en Suiza.

Aquí podemos ver uno de los relojes de cuco más grandes del mundo con forma de casa tradicional de la Selva Negra (Schonach)


Como en todo, los tiempos modernos también han llegado a estos relojes de cuco y así podemos encontrar este precioso modelo que la marca Mini ha creado cambiándole el exteriro en madera por metal pulido y dándole apariencia de velocímetro de un Mini.

Cuando da la hora, no hace cucú, sino que el cocherito leré se da una vueltecita alrededor del reloj, tocando su claxón y dejándonos oir el sonido de su motor.